Por estas épocas, el calzado se vende de manera online.
Un cliente del negocio de un amigo dudaba de su compra, pues las zapatillas (tenis para nuestros amigos mexicanos) podrían no quedarle.
¿Puedo ir al local a probármelas? - preguntó.
Si, ¡Bajo estricto proticolo de salud! - le responde mi amigo, el vendedor.
El protocolo: se le prohibe terminantemente al cliente tocar los productos. Es el vendedor quien debe manipular el calzado.
Ahora, normalmente mi amigo aprovecha esta situación para hacerle cosquillas a los clientes que le gustan. Más precisamente, si le gustan sus pies, que deben ser grandes, suaves y preferentemente un poco olorosos.
"Hace tanto que no hago cosquillas, que creo el otro dia que me excedí con el tiempo de divertirme con los dedos de loss pies de este cliente. Hasta llegué a sacarle las medias. Él trataba de quejarse, pero la risa se lo impedía"
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