Hoy nos dedicaremos a evaluar una herramienta escencial en la caja de herramientas del tickler: el cepillo de dientes eléctrico.
Partamos de la siguiente pregunta: ¿Acaso alguien compró alguna vez un cepillo eléctrico que no sea para algún juego sexual? Me gustaría que gente al mundo de las cosquillas contestara. En nuestro fetiche, esta herramienta es high class, exige de la inversión de un dinerillo que ciertamente, es dinero bien gastado.
Como toda herramienta, se vuelve mucho más efectiva cuando el tickler le enseña que tiene un cepillo y le dice qué tiene pensado hacer con él. Conviene que el ticklee lo vea y que lo escuche. Algo así como "Mirá lo que compré hace unos días. Quisiera que se conozcan bien, porque con este cepillo nos vamos a divertir un buen rato. ¿Alguna idea de por dónde podríamos empezar a probarlo?"
El cepillo de dientes nos permite acceder con precisión a zonas sensibles, como debajo de los dedos de los pies.
Una cruel -y por eso excelente idea- para probar es atar el cepillo al pie, lo que garantirará un enloquecedor y constante estímulo, que nos deja libres para seguir explorando otras zonas del cuerpo.
En cuanto a las axilas, nuevamente el cepillo de dientes no falla, ya sea eléctrico o no. Peinaremos suavemente los vellos axilares, si los hubiere, y le comentaremos sádicamente a nuestra víctima que lo único que queremos hacer es arreglarlo un poco.
También esta herramienta es excelente para el ball tickling, es decir, el cosquilleo de testículos. simplemente pasándolo con delicadeza, el mero contacto con esa zona puede volver loco al ticklee.
En conclusión, podemos decir que el cepillo de dientes es una genial herramienta que no debería faltar en el arsenal de un tickler.
Muy buen blog
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